¿Sabes cuándo se considera una instalación de alta tensión o baja tensión?
Los cables se pueden clasificar de distintas maneras, anteriormente ya hemos visto el significado del color de cada cable, y ahora vamos a conocer los diferentes conductores eléctricos según la tensión que soportan. Para ello tenemos que diferenciar entre baja, media y alta tensión.
La energía se va transformando en el camino desde que se genera hasta que se consume en una vivienda. La energía eléctrica que se genera en las centrales tiene un voltaje de alta tensión, para evitar que se pierda una menor energía en su transporte. Según se va acercando al consumidor final, se va disminuyendo la tensión a media, para terminar en baja tensión en las viviendas para su uso cotidiano.
Cable para alta tensión
Se considera alta tensión de 36 kV en adelante. Los cables para alta tensión se diferencian por el material aislante que les recubre para evitar grandes pérdidas de energía. Se usan para transportar la corriente eléctrica desde las centrales dónde se genera la electricidad hasta las estaciones eléctricas que reparten la energía.
Estos cables suelen ir instalados de forma subterránea y submarina, o en torres de alta tensión. Deben estar lo más distante posible a las zonas urbanas para evitar las ondas electromagnéticas.
Además del uso más común para la transmisión de energía, hay una variedad de aplicaciones, sistemas de ignición y transmisión de energía tanto en corriente alterna como continua.
Cable para media tensión
Nos referimos a media tensión con potencias entre 1 y 36 kV. Estos cables se encargan de distribuir la energía desde las estaciones eléctricas, donde se transforma de alta tensión a media tensión, hasta las distribuidoras que reparten la electricidad por las zonas habitadas.
Este tipo de instalaciones solo deben ser manipuladas por personal estrictamente cualificado para ello.
Cable baja tensión
Hablamos de baja tensión en potencias inferiores a 1000 vatios. Es la energía que usamos en los hogares, para ello es necesario transformar la energía de media tensión a baja tensión. Esta transformación suele hacerse en el mismo punto dónde se va a consumir mediante estaciones transformadoras.
La potencia que usamos en la vivienda para la mayoría de aparatos eléctricos es de 220-230 voltios. Por ello, las instalaciones de los hogares son mucho más seguras. Pero esto no implica que no deban estar protegidas con cuadros de protección que incluyan un interruptor automático y un diferencial para evitar descargas eléctricas a las personas o accidentes en la instalación por una sobrecarga.
Recuerda que, antes de intervenir en una instalación de baja tensión deberás cortar el suministro de corriente eléctrica. Una vez hecho, utiliza siempre los materiales homologados convenientes y equipos de protección individual.
Nuestros expertos pueden asesorarte en tus proyectos para elegir el cable que mejor se adapte a tus necesidades. Ya que dependiendo del uso para el que necesites el cable, así requerirá de unas características u otras. Además, es muy importante que cumplan la normativa.
Si ya sabes el cable que necesitas para tu instalación eléctrica, no dudes y entra en nuestra web para realizar tu pedido.